Reconocer que todos somos diferentes y que justo esa gran diversidad es la que nos hace a cada quien únicos y especiales en este planeta es la clave para vivir en armonía y sin violentar a los demás.
Parecería obvio que nadie tendría porque incomodarse por los gustos o preferencia de los demás, pero en una sociedad como la nuestra muchas veces la gente se preocupa más en ver y “aprobar” cómo expresan sus gustos los demás, en lugar de ocuparse en manifestar los deseos propios. De ahí la necesidad de hablar de las diversidades sexogenéricas, con el objetivo de reflexionar al respecto y ser respetuosos con los demás sin importar sus preferencias.
Puedes ver la charla completa aquí:
¿Qué es la diversidad sexogénerica?
La diversidad sexogenérica hace referencia a todas las posibilidades que tienen las personas de asumir, expresar y vivir su sexualidad, así como su identidad y su orientación sexuales.
Reconocer esta diversidad es importante para respetar y garantizar los derechos humanos de todes sin importar sus gustos, indicó Rubén Hernández Duarte del Centro de Investigaciones y Estudios de Género, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Rubén Hernández Duarte (CIEG-UNAM)
Al dictar la conferencia “Diversidades sexogenéricas en la academia”, señaló que reconocer estas diversidades implica admitir que todos los cuerpos, todas las sensaciones y todos los deseos tienen derecho a existir y manifestarse sin la incidencia de nadie.
Esto es importante porque “en el sistema social, político y cultural en el que vivimos la diversidad es la encarnación de aquello que disiente o desobedece las normas prescritas del deber ser de las personas desde el punto de vista sexogenérico, es decir, de lo que se esperaría que fuera una persona a partir de la lectura que hace el sistema social de la corporalidad de alguien”.
¿Qué significa cis-hetero-patriarcal, como caracterización de nuestro sistema cultural?
Subrayó que cuando le llamamos de manera despectiva “otros” o “diferente” a alguien sin reconocernos como diferentes también, nos asumimos como “normales”, es decir, que estamos regidos por la norma o el deber ser se las relaciones sociales establecidas en el sistema binario, es decir, en un sistema que sólo reconoce a hombres y mujeres.
Durante este evento organizado por la Comisión Interna de Igualdad de Género, del Instituto de Ciencias Nucleares (ICN), el especialista en equidad de género, indicó que quedarnos con esa noción de lo “normal” tiene costos políticos y sociales muy grandes, porque todas las personas somos diferentes: “Esto es muy problemático para quienes no se reconocen como diversos sexogenéricos (que serían principalmente las personas heterosexuales). Por eso es importante intruducir el concepto de alteridad”.
Entendemos la alteridad como el principio filosófico de "alternar" o cambiar la propia perspectiva por la del "otro", considerando y teniendo en cuenta el punto de vista, la concepción del mundo, los intereses, la ideología del otro; y no dando por supuesto que la "de uno" es la única posible.
Pero el principal obstáculo de la alteridad o rechazo a lo diverso se da porque vivimos en un sistema heterocispatriarcal, es decir, en un sistema sociopolítico en el que el género masculino y la heterosexualidad tienen supremacía sobre otros géneros y sobre otras orientaciones sexuales.
Hacer visible esto contribuye a reflexionar respecto a cómo estamos viendo y viviendo la diversidad. En la UNAM desde hace un par de años se ha reflexionado en este tema y a partir de entonces se ha impulsado de forma constante el respeto a la diversidad sexogenérica: “En la universidad hemos avanzado a crear una estructura de comunidad donde reconocemos que existen las mujeres, los hombres y un grupo sexogenérico existente de la diversidad sexogenérica… Hablar de eso nos permite completar la ecuación, nos permite reconocer que en efecto hay muchas personas que viven y se reconocen como personas sexogenéricas”.
Una serie de VICE para saber más sobre las diversidades sexogenéricas
Destacó que espera que este trabajo de reflexión de hacer conciencia de las diversidades no sólo tenga impacto al interior de la máxima casa de estudios, sino también en toda la sociedad.
Texto: Verenise Sánchez (UCC-ICN)