Tan pronto como surgieron las vacunas nació el movimiento antivacunas como resultado de la suspicacia hacia los médicos y el gobierno de esa época. Ahora, 150 años después de que se inocularan a las primeras personas y que se demostrara científicamente la eficacia de las vacunas, aún persisten los mismos prejuicios.
Dichos perjuicios eran de tipo sanitario, religioso, científico e incluso político, tal como sucede hoy en día, señaló el doctor Antonio Lazcano Araujo, investigador de la Facultad de Ciencias, de la UNAM, y del Colegio Nacional.
En el marco del Coloquio de Divulgación del Instituto de Ciencias Nucleares, el biólogo dictó la conferencia "Vacunov, el huerfanito", en la cual narró la historia de cómo surgieron las vacunas al mismo tiempo que paradójicamente surgió el movimiento antivacunas.
Lady Montagu, la pionera de las vacunas
No se sabe con exactitud en donde surgió por primera vez la idea de inocular a las personas, los primeros reportes que se tienen son de Lady Montagu quien narró en unas cartas que en el Imperio Otomano los niños eran inmunizados al untarles una pasta preparada con el polvo de las cicatrices de quienes habían padecido la enfermedad de la viruela.
Lady Montagu promovió esta técnica en Reino Unido. Justo en esa época, Voltaire se encontraba exiliado en Inglaterra y se enteró de dicha práctica, la cual describió en un libro que le envió a Catalina la Grande, emperatriz de Rusia.
La emperatriz invitó al doctor Thomas Dimsdale a viajar a San Petersburgo. Ya estando en Rusia, el médico preparó un polvo elaborado con las costras de un niño sobreviviente a la viruela, esa mezcla se la untó a la Emperatriz. El polvo restante fue repartido en cajitas que se distribuyeron entre los aristócratas cercanos a Catalina la Grande.
Tiempo después, Sofia Dorotea de Württenberg quien, al casarse con el hijo de Catalina la Grande adoptó el nombre de Maria Feodorovna, decidió inmunizar a los niños de un orfanatorio de Moscú y rebautizó al primer niño inmunizado como Vacunov, el Hijo de la Vacuna.
Edward Jenner, el padre de las vacunas
Lo que se hacía en Rusia y Reino Unido no era propiamente una vacunación, era una técnica denominada variolización, es decir, era un proceso mediante el cual las personas eran inoculadas con material extraído de un ámpula de una persona con viruela, con la intención de provocar una infección leve y generar inmunidad.
Fue hasta que el doctor Edward Jenner logró fabricar una sustancia líquida obtenida de la supuración de una ampolla de una mujer enferma y en 1796 inoculó a James Phipps, un niño de 8 años, quien después de la vacuna sólo presentó un cuadro de leve inflamación local.
Edward Jenner dio a conocer su exitoso descubrimiento, sin embargo, fue rechazado por falta de evidencia y por diversos perjuicios sanitarios, religiosos e incluso políticos.
De acuerdo con el texto "Edward Jenner (Inglaterra 1749-1825)", publicado en Elsevier, "El Dr. Jenner dedicó el resto de su vida a la investigación de la viruela y su vacuna, ofreciendo vacunación gratis en su casa de campo a todo el que quisiera. Treinta años después de su muerte, la vacuna de la viruela se decretó obligatoria para toda la población inglesa".
Finalmente, "en mayo de 1980 después del inmenso aporte de una vacuna sumado a otros innumerables esfuerzos de control sanitario mundial, la viruela se transformó en la primera enfermedad infecciosa en declararse erradicada por la Organización Mundial de la Salud".
El Rey Luis XV, el primer "antivacunas"
Si bien, casi 100 años después de que se creara la primera vacuna se logró erradicar la viruela, lo que no se ha logrado exterminar es el movimiento antivacunas, señaló el doctor Antonio Lazcano.
El Rey Luis XV fue de las primeras personas que rechazaron las vacunas, de hecho, Catalina la Grande escribió en una misiva "El Rey Luis XV debería sentirse avergonzado de haber muerto víctima de la viruela en pleno siglo XVIII", ya que para ese entonces muchas vidas se habían salvado gracias a la inoculación.
Lazcano Araujo señaló que en esa época algunas personas pensaban que las vacunas eran insalubres ya que algunas personas se contagiaron de otros padecimientos porque se reciclaban las agujas.
Además, "con el surgimiento de la homeopatía, la gente empieza a decir que en lugar de vacunas se debería tomar chochitos, o bien que el cuerpo es puro y que nada debe de incorporarse", subrayó Lazcano Araujo.
Esto le dio "cuerda" a las personas antivacunas, sin embargo, poco a poco los gobiernos fueron adoptando la vacunación como un método de prevención, e incluso en algunos lugares como en Reino Unido se volvieron obligatorias y quienes desacataran la medida eran multados e incluso enviados a prisión.
Hoy es un buen momento para reflexionar sobre los beneficios de las vacunas y cómo este movimiento antivacunas pone en riesgo no sólo a una familia, sino a todo el mundo, porque antes las pandemias se expandían con lentitud, pues "viajaban" en barcos o carruajes, ahora una persona puede estar del otro lado del mundo en horas gracias a los aviones.
Además "los virus siguen evolucionando, su evolución nunca para por eso es importante desarrollar políticas de salud que permitan detectar rápidamente enfermedades y escuchar al personal médico y científico para prestar la atención y ayuda oportuna", concluyó el doctor Antonio Lazcano.
Texto: Mtra. Verenise Sánchez Correa (UCC-ICN)